NO TE LO PUEDES PERDER
La maestría de las ancianas señoras del casco antiguo que preparan orecchiette en el umbral de sus viviendas o el movimiento cadencioso de los pescadores que "rizan" (golpean) los pulpos en barreños llenos de agua de mar, son sólo algunos de los cautivadores escenarios que Bari regala a su visitante, convirtiéndola en una ciudad que ofrece una acogida envolvente.
A continuación te enumeramos una serie de lugares que visitar y actividades que no te puedes perder de ninguna manera:
La Basílica de San Nicolás
Consagrada en 1197, la Basílica es una de las obras maestras del estilo románico pullés, con su imponente fachada flanqueada por dos torres campanario, toda en piedra caliza blanca. La Puerta de los Leones en el lado norte es monumental y está decorada con bajorrelieves que representan una serie de escenas caballerescas. El interior, de tres naves, presenta un artesonado y altos arcos que descansan sobre capiteles esculpidos con figuras de flores y animales.
En la cripta se guardan los restos del santo y por eso constituye una meta de culto y peregrinación de católicos y otrodoxos. La plaza delante de la Basílica está cerrada por el Pórtico de los Peregrinos y por la pequeña iglesia de San Gregorio, delante de la cual se yergue la estatua de bronce de San Nicolás.
El Museo Nicolaiano
El Museo Nicolaiano, inaugurado en 2010, reúne las piezas más valiosas asociadas con la secular historia de la Basílica de San Nicolás. Este museo llama mucho la atención de quienquiera que esté interesado en el santo y asimismo en la historia civil, artística y religiosa de la ciudad de Bari. Empezando por la antigüedad, se pasa por las épocas bizantina, normanda, sueva, angevina, aragonés, virreinal, borbónica y posterior a la unificación. Epígrafes, pergaminos y manuscritos miniados (que proceden del precioso Archivo de la Basílica), esmaltes, escudos de armas, relicarios, cálices y plata (que proceden del Tesoro), pinturas y vestiduras sagradas permiten al visitante entrar en contacto directo con obras maestras y documentos que han formado la historia del santo, de la Basílica y de la ciudad.
La Fiesta de San Nicolás
La traslación de San Nicolás se conmemora con una gran fiesta popular, civil y religiosa al mismo tiempo, que ocurre del 7 al 10 de Mayo. Durante la noche del 7 tiene lugar un gran desfile histórico con trajes de época, que evoca la llegada a Bari de los huesos del santo; el 8 por la mañana su estatua es llevada en procesión hasta el puerto y colocada en un altar entre dos barcos de pesca (paranze), elegidos por sorteo y adornados con luces, banderas y gallardetes. Estos barcos pesqueros van por mar seguidos por centenares de barcos y echan el ancla a cierta distancia, permaneciendo allí todo el día, convirtiéndose en meta de visitas por parte de devotos y peregrinos. Por la noche la estatua regresa a la ciudad, donde la procesión se prolonga hasta bien entrada la noche [ ver referencias históricas ].
La Catedral de San Sabino
Colocada en el centro de Bari «Vecchia», la Catedral es una construcción de estilo románico pullés, erigida durante la época bizantina. Está dedicada a San Sabino y presenta una fachada de estilo gótico con portadas del siglo XI y un rosetón abarrotado de monstruos y criaturas fantásticas. El interior está constituido por una amplia nave y una cúpula con sus 35 metros de altura. Desde la nave derecha se llega al antiguo baptisterio transformado en sacristía. Debajo del transepto sobreelevado se desarrolla la cripta, revestida con mármoles de estilo barroco. Frescos de los siglos XIII y XIV adornan el ábside septentrional y recientes obras de excavación han sacado a la luz los restos del original pavimento musivo, visibles en el ábside meridional.
El Museo Diocesano
Adosado al lado derecho de la Catedral de San Sabino, el Palacio Arzobispal acoge el Museo Diocesano, que cuenta la historia de la Catedral a tavés de cuadros, objetos litúrgicos y vestiduras.
La pieza más valiosa es el «Exultet», un rollo de pergamino con más de 5 metros de largo, escrito y miniado probablemente en el Monasterio de San Benedetto, con la escritura y las ilustraciones al contrario: mientras el sacerdote recitaba los himnos, incluso los que no sabían leer podían reconocer las figuras sagradas.
El Castillo Normando Suevo
Ya en la época romana existía una estructura defensiva que, durante el siglo XI, los Bizantinos incorporaron en un sistema de fortificación más complejo. Con los Normandos se convirtió en el punto estratégico para el control del territorio hasta que Federico II se ocupó de modificar y ampliar (de 1233 a 1240) el castillo, edificando el núcleo principal y valorizando su aspecto residencial.
En el siglo XVI albergó la corte de Isabel de Aragón y de Bona Sforza, que encargaron la construcción de los grandes baluartes con torreones angulares con forma de lanza sobre el foso y de un bastión en tres lados; el cuarto lado estaba protegido por el mar. Los Borbones utilizaron la estructura como prisión (1832) y en 1859 fue destinada a cuartel. La planta baja acoge la Gipsoteca, que recoge moldes de yeso y esculturas románicas. Las amplias salas de la planta superior albergan eventos y exhibiciones.
Plaza del Ferrarese y Mercantile
Una de las puertas de acceso a Bari «Vecchia» es Plaza del Ferrarese, amplia, luminosa, con su enlosado blanco, sus palacios neoclásicos, las palmeras, las terrazas de los locales que por la noche están abiertos hasta tarde. Más adelante, se encuentran los tres ábsides románicos de la iglesia «della Vallisa», que actualmente acoge conciertos y espectáculos artísticos.
Dando unos pocos pasos, se llega a Plaza Mercantile, antiguo centro comercial de la ciudad. Hoy está rodeada por locales simples donde pedir un trozo de focaccia caliente y una copa de vino, junto a bares más sofisticados, donde beber cócteles y cerveza acompañados por buena música. En el centro de la plaza se alza Palacio del Sedile (1543), donde antiguamente la corte real daba audiencia y se administraba justicia.
Orecchiette y Sgagliozze
Paseando por las tortuosas callejuelas de Bari «Vecchia», entre palacios medievales e iglesias renacentistas, de repente se abren ensanches y plazas donde las amas de casa, aún hoy, dejan secar orecchiette que acaban de modelar a mano (sobre todo en Via Arco Basso y Via Arco Alto).
Hay amas de casa mayores, que proceden más despacio, mirando fijamente la punta del cuchillo y amas de casa de mediana edad que avanzan de manera rápida y desenvuelta, mirando a los transeúntes. Para sgagliozze (polenta, harina de maíz, frita en abundante aceite hirviendo y salada) en Bari Vecchia se puede encontrar a Maria, una auténtica institución que no tiene rival. Cada noche, en Strada delle Crociate 13, se respira un aire de tradición. «Abusar de sgagliozze es un pecado para la línea, pero no probarlas es una pena para vuestra alma».
El Teatro Petruzzelli
En 1898 se iniciaron las obras para la construcción del edificio que sería el teatro histórico más importante de la ciudad de Bari, así como el mayor teatro pullés y el cuarto en Italia por dimensiones. Se dotó el edificio de instalaciones eléctricas y de calefacción futuristas para aquella época, se decoró con oro de tíbar y se ornó con frescos de Raffaele Armenise. Entonces fue inaugurado en 1903 con Los Hugonotes de Meyerbeer.
En la noche entre el 26 y el 27 de Octubre de 1991 el teatro fue devastado por un violentísimo incendio provocado y sólo el derrumbe de la cúpula, que ahogó las llamas, impidió su destrucción. Después de una restauración que duró casi 16 años, debido a una mala administración municipal, el 16 de Diciembre de 2009 se volvió a inaugurar el teatro con la Novena Sinfonía de Beethoven.
El Teatro Margherita
El Teatro Margherita fue construido en 1914 en la ensenada del viejo puerto, sobre vigas de cemento (antiguamente de madera) fundamentadas en el mar, para eludir el acuerdo firmado entre el Ayuntamiento de Bari y la familia Petruzzelli, según el cual la administración se comprometía a no realizar otros teatros en el suelo municipal, a excepción de las construcciones sobre el mar.
El teatro cerró en los años Setenta y se arruinó lentamente; luego, fue reabierto en 2009 después de una larga restauración de consolidación estática y externa que afectó en particular la consolidación de los cimientos en el mar de casi todas las estructuras, los elementos decorativos, los marcos y el aparato decorativo del vestíbulo. En 2010, ante un público internacional, se inauguró un centro de arte contemporáneo.
Mercado de pescado de "N-dèrre la lanze"
«N-dèrre la lanze» es uno de los lugares más característicos de la baresità (conjunto de tradiciones, folclor, dialecto, dichos, cocina, gastronomía, monumentos, usos y costumbres, cultura, es decir todo lo que se refiere a la ciudad de Bari y a la vida de sus habitantes). Este sitio, que literalmente significa «a los pies de la lancha» (así se definen los barcos en el dialecto de Bari), es la grada de desmontaje y varadero cerca del muelle de S. Nicolás (puerto viejo de Bari).
Desde hace décadas el puerto es la sede de un mercado de pescado al aire libre frecuentado por pescadores locales que, desde las primeras horas de la mañana, ponen a la venta pescado y marisco. Se podría definir el puerto como el lugar símbolo del «crudo di mare», ya que la costumbre de consumir marisco crudo es otra de las tradiciones de la ciudad.
Pane e Pomodoro y Torre Quetta
Se llama «Pane e Pomodoro» la playa de Bari, ideal para quien quiere broncearse y darse un chapuzón sin alejarse del centro de la ciudad. Se puede alcanzar esta playa fácilmente, paseando a lo largo del Paseo Marítimo Nazario Sauro, a la sombra de las imponentes pero armoniosas construcciones de arquitectura fascista. En su interior está presente un chiringuito, apenas suficiente, sin embargo, para un helado o un café, por lo tanto te aconsejamos llevar contigo una merienda o una comida de picnic, tal vez de estilo pullés.
Andando unos 5 minutos más, se llega a la otra playa pública de la ciudad, Torre Quetta, dotada de ciclovía, cancha de voleibol de playa y servicios para windsurf y kitesurf. Hay numerosos locales en los que se puede comer o beber algo. Además, aquí está presente un área equipada para nuestros amigos de 4 patas.
El Teatro Piccinni
Esta auténtica joya fue encargada por el Ayuntamiento de Bari al arquitecto Antonio Niccolini, para dotar la ciudad de un teatro después del cierre de Palacio del Sedile.
Fue inaugurado en 1894 con una ópera de Gaetano Donizetti. Detrás de su fachada rosa, con el frontón y las columnas neoclásicas, esconde un maravilloso interior, con cuatro niveles de palcos, estucos dorados y terciopelo rojo. El techo está pintado al fresco y en el telón está representado el torneo organizado por el Rey Manfredo en honor del emperador de Oriente, Balduino.
El Museo Arqueológico
El Museo Arqueológico de Bari está ubicado en el antiguo monasterio de Santa Escolástica. Aquí se puede encontrar la más completa colección de material arqueológico pullés y es fundamental para conocer la región, tanto antigua Daunia (actual provincia de Foggia), como Messapia (actual Salento) y sobre todo Peucezia (actual provincia de Bari). Fundado en 1875 como Museo Provincial, desde 1957 ha sido entregado al Estado y gradualmente se enriquece sobre todo gracias a la aportación de las excavaciones que se llevan a cabo en la provincia de Bari
Son muy ricas las colecciones de jarrones antiguos, tanto importados de Grecia, como, sobre todo, de producción local. Además, se pueden admirar una notable colección de bronces, desde los más arcaicos hasta los romanos, joyas, ámbares esculpidos, una pequeña colección de esculturas, otra considerable prehistórica y una rica colección de medallas.
La Pinacoteca Provincial
En el Paseo Marítimo Nazario Sauro, entre los edificios de los años Treinta, aparece el Palacio de la Provincia, que acoge en su interior la Pinacoteca de Bari «Corrado Giaquinto», dedicada al artista pullés que de 1753 a 1762 fue pintor de cámara en España, donde pintó al fresco el palacio real de Aranjuez, el Escorial y el Buen Retiro. Esta pinacoteca alberga la mayor colección museística de arte de Bari.
La colección, que se centra principalmente en artistas meridionales, abarca un amplio período de tiempo e incluye fragmentos de esculturas del siglo XI que se desprendieron de las iglesias durante la Segunda Guerra Mundial, iconos del siglo XIII, retablos venecianos del siglo XV, enormes lienzos de escuela napolitana de los siglos XVII y XVIII, pinturas del siglo XIX, mayólicas pullesas, pesebres napolitanos y ropa de época.
Palacio Simi
Morada aristocrática de la segunda mitad de siglo XVI, su nombre procede de la noble familia Simi de Burgis, que compró el palacio en 1670 y lo habitó hasta comienzos del siglo XX.
Actualmente aquí se encuentra el Centro Operativo per l’Archeologia (Centro de Operaciones de Arqueología) de Bari, que acoge exposiciones temporales y una exhibición arqueológica permanente, útil para empezar a conocer la historia de la ciudad.
La exposición de artefactos presente en la planta baja transporta a los visitantes atrás en el tiempo hasta la Protohistoria. Raros ejemplares de cerámicas ítalo-micénicas demuestran la importancia de la red comercial de la ciudad en el Mediterráneo. En el sótano se divisan claramente los tres ábsides, los restos del altar y algunos fragmentos de un fresco de una antigua iglesia (siglos IX-X).
La Fiera del Levante
Inaugurada en 1930, la Fiera del Levante es una de las más importantes ferias merceológicas internacioanles. A su original función de fomento de los intercambios comerciales entre Europa y Oriente a través de Italia, en la posguerra se añadió la de centro propulsor del desarrollo del Sur de Italia.
Este evento atrae a más de 200.000 visitantes en un real barrio urbano de los negocios, de la cultura, de la tecnología. Un gran punto de referencia para todo el sistema económico mediterráneo. La feria de muestras general internacional tiene lugar en el mes de Septiembre, pero durante todo el año se llevan a cabo actividades permanentes, espectáculos, eventos y congresos.